martes, 22 de febrero de 2011

Carta a mi nieto

Hoy después de nueve meses de ilusionante espera, has venido al mundo. He contemplado la belleza de la vida, en la piel sonrosada de tu rostro.
Te he tomado con mimo entre mis brazos, y he sentido los latidos de tu pequeño y joven corazón junto al mío. También he notado tu agitada e irregular respiración, pero no te preocupes, dicen que es normal.
Frunciendo el entrecejo, y asustado por la inmensa luz que entraba por la ventana, has abierto los ojos y me has mirado, aunque sé que no me has visto.
Te he acariciado el cabello, mientras tú con los puños cerrados, intentabas chuparte graciosamente un pulgar.
Una mueca de sonrisa en tu semblante, me ha hecho comprender, que te sientes feliz, aunque pocos minutos antes, llorabas desconsolado, al abandonar la paz del vientre de tu madre.
Hoy te he hablado entre susurros, y te he dicho cuanto te quiero, uniendo mi llanto de felicidad, al tuyo de asombro.
Dicen que solo emites sonidos incoherentes, pero yo sé que me has hablado, y que debo de estar volviéndome loco, pero hasta te he escuchado decir “abuelo”.
Te he tomado la manita por primera vez, esa cándida mano, que dentro de un tiempo, agarrara a la mía envejecida y temblorosa, cada mañana cuando te acompañe a la guardería, y más tarde al colegio. Esa manita que te tomare, cuando paseemos por el parque, mientras te enseño a pronunciar las cinco vocales, a contar hasta diez, los bellos colores del arco iris, y muchas más cosas.
Puede que aun no sepas, que el que te acurruca con inmenso cariño contra su pecho es tu abuelo, pero yo si se, que eres mi querido nieto.
Sé que tus padres me reñirán, porque seré incapaz de negarte una chuchería, porque te mimare en exceso, porque no le daré importancia a tus inocentes travesuras, incluso me reiré con ellas, pero deben comprender, que además de abuelo, seré tu guía, amigo, y cómplice. Tu escasa edad, y la longevidad de la mía, nos une. Tú aun no tienes uso de razón, y según ellos, yo la perdí hace tiempo.
Hoy has nacido Rafaelillo, y con solo mirarte, has conseguido que me vuelva a sentir joven y realizado, me has devuelto la ilusión que los años me han ido arrebatando, me has enseñado con apenas unos segundos de vida, que esta merece vivirse, porque hay motivos para disfrutarla. Hoy has logrado, que me sienta orgulloso, de que me llamen ABUELO.

Firmado: Tu orgulloso abuelo Antonio Lozano Herrera.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

palabras muy emotivas y bonitas, que seguro llegaran al corazon de tu nieto cuando tenga edad para leerlas.

mendez

Antonio Rodríguez Crujera dijo...

Mi querido amigo Antonio:

Aún no hace un mes, fuí abuelo de una niña (con esta, son tres nietos) preciosa. Tal vez por mi experiencia en este sentido, he comprendido muy bien tu preciosa carta; pues de ella no quitaría ni modificaría una sola coma, ya que es, la carta que yo hubiera escrito a cada uno de mis tres nietos.
Te felicito; o mejor, os felicito por haber entrado con tanta felicidad de vuestros corazones en el "selecto" club de los que se les cae la baba sin remedio alguno.

Un abrazo, y mis deseos de todo el bien posible que se pueda desear a Rafaelillo.

Con mi afecto,
Antonio.

http://desdelaalcazaba.blogspot.com/

Juan Raimundo Gómez de León Robledo. dijo...

El que da Bondad, le espera grandes Felicidades de a quienes da...
El que regala Amor, recogerá tremendas cosechas de Afecto de a quienes da...
El que entrega su Persona, será recompensado con La Compañía Leal de a quienes da...
El que desprende su Alma por los demás, a Este, ya no se le presentarán Felicidades, Afectos y Compañía Leal de a quienes da..., por dar Bondad, regalar Amor o entregar su Persona... A El, se le concederá EL OBSEQUIO DIVINO DE SU REALIZACIÓN TOTAL EN SU PEQUEÑO SER MAS QUERIDO..., SU NIETO. Se le otorgará la dicha de ser ABUELO, PARA PODER CUMPLIR EL TOTAL CIRCULO DE SU EXISTENCIA EN AMOR...

Será merecedor de ser llamado y empapado por El Amor de todo el que esté en su contacto..., SERA AMADO EN DIOS POR A QUIENES DA...