Los poetas trabajan de noche
cuando el tiempo no les urge,
cuando se calla el ruido de la multitud
y termina el linchamiento de las horas.
Los poetas trabajan en la oscuridad
como halcones nocturnos o ruiseñores de canto dulcísimo
y temen ofender a dios.
Pero los poetas, en su silencio,
hacen mucho más ruido
que una dorada cúpula de estrellas.
Alda Merini
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